Algunas personas pueden confundir el calzado para hacer senderismo con ampollas y llagas en los pies, pero esto no es así. Los zapatos para hacer este deporte pueden ser muy cómodos si los compras siguiendo algunas recomendaciones.
Algunas de las cosas que debes preguntarte antes de comprarlos son: ¿Cuál es el peso de la mochila? ¿Cuánto tiempo lo practicarás? ¿Qué tipo de terreno vas a recorrer? ¿Qué ritmo de caminata llevarás?
Una vez que hayas respondido a estas preguntas ya podrás elegir el tipo de calzado que vas a usar.
Recomendaciones para escoger un calzado de montaña perfecto
En este artículo del DiariodeJerez.es expertos nos explican cómo debe ser un buen calzado de montaña si te interesa leer un poco más de información técnica puedes visitarlo y dejarnos tus comentarios.
Debes escoger un calzado que sea ligero y a la vez flexible pero cómodo para que te ayude a reducir la fatiga. Este debe tener un buen confort y dar una buena amortización.
Mientras más técnico sea el terreno la suela tiene que ser más rígida para darte más estabilidad. Una caña alta protegerá tus tobillos y los sujetará. Si tiene refuerzos en la zona delantera y en la zona del talón harán que aumenten las posibilidades de durabilidad de tu calzado.
Estos zapatos también deben ser resistentes al agua porque podrías encontrarte con muchas condiciones cambiantes en el clima. Tener una membrana impermeable protegerá a tus pies de la humedad, pero esto también hará que el calzado sea menos transpirable.
Es importante que también analices el peso que va a llevar tu mochila porque este va a influir en la elección de tus botas de senderismo. El calzado que vayas a escoger debe ser liviano para que puedas caminar de forma cómoda, además también va a depender de la distancia que vayas a caminar.
Si llevas una mochila pesada lo más recomendable es que puedas escoger un calzado ligero y flexible, pero a la vez todo terreno que te permitan moverte rápido y fácil.
También es importante que si tienes que llevar tiendas de campaña, hornillas y comidas busques un calzado robusto que te permita tener más estabilidad. Las botas recomendadas para esto deben ser de caña alta para que te den una mayor sujeción, sobre todo si tienes tobillos débiles o el terreno es técnico.
Intenta analizar cuál será el recorrido que vas a dar porque tomar una ruta difícil con unos zapatos pesados o poco cómodos te dará bastantes problemas. Analiza también el grado de aptitud física que tienes y si estás acostumbrado a recorrer este tipo de distancias.
Lo mejor de todo es que puedas escoger un calzado flexible y ligero que te dé estabilidad y sujeción en todo momento. Busca unas botas de senderismo que tengan calzado reforzado con suelas gruesas para que te duren más y tú gastes menos dinero en cambiarlas.
También debes analizar algunas cosas y responder algunas preguntas de forma honesta y totalmente clara para verificar el nivel de senderismo o aptitud física con el que cuentas: Debes preguntarte cuánta experiencia tienes en esto del senderismo, en qué tipos de terrenos lo vas a practicar y con qué frecuencia lo vas a hacer.
Estas son preguntas claves que te ayudarán a decidir cuál es el tipo de calzado ideal para ti puede ser que necesites un calzado ligero y con menos refuerzos y con una caña baja para que el movimiento de tu tobillo sea más libre.
A manera general las botas de senderismo deben contar con una serie de características que son las que voy a nombrarte a continuación:
Casi siempre estas botas suelen ser robustas y rígidas y son las ideales para darte estabilidad en terrenos.
Las botas o calzados más flexibles acompañan al movimiento de tu pie y te dan mayor libertad de movimiento, esto permite que el pie se apoye al suelo se forma correcta.
Si eliges un calzado de caña alta este debe sujetar de forma perfecta los tobillos, y si eliges un calzado de caña baja tendrás mayor movimiento y libertad en ellos, pero debes tener cuidado de no doblarlos y partirlos.
Pero si no te encuentras en ninguno de los dos extremos puedes elegir un calzado de caña media que se encuentra entre los dos tipos y dónde la altura llega al hueso del tobillo.
Los calzados con refuerzos te dan protección y duran más si vas por caminos escarpados o rocosos o fuera de pistas. Las suelas gruesas te ayudan a proteger las plantas de los pies y los calzados ligeros ayudan a reducir la fatiga, pero estos últimos no duran tanto como los gruesos